El 16 de abril marca un día sombrío en la historia de Yemen, recordando los crímenes de guerra cometidos por la coalición liderada por Estados Unidos, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

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Desde el inicio de la agresión en 2015, este día ha sido testigo de ataques devastadores que han cobrado la vida de decenas de civiles y causado destrucción masiva en hospitales, escuelas, mercados y redes de comunicación en varias gobernaciones del país.

En 2015, los bombardeos en la ciudad de Houth, gobernación de Amran, dejaron 32 muertos y decenas de heridos. Ataques similares en Saada y Saná destruyeron viviendas, instalaciones educativas y comerciales, mientras que los bombardeos en otras regiones continuaron causando daños significativos.

A lo largo de los años, el 16 de abril ha sido marcado por incursiones aéreas y ataques con misiles que han devastado comunidades en gobernaciones como Al-Hodeidah, Ma’rib, Taiz y Hajjah.

En 2018, seis civiles murieron en un ataque aéreo en Al-Ha’it, mientras que en 2019, un niño perdió la vida y otros siete resultaron heridos en un ataque liderado por Arabia Saudita.

La agresión ha dejado un saldo devastador en Yemen, exacerbando la crisis humanitaria y profundizando el sufrimiento de la población. Este día sirve como un recordatorio de la necesidad urgente de una solución pacífica y el fin de las hostilidades que han marcado la vida de millones de yemeníes.

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